LA IMPORTANCIA DE EXPRESAR TUS EMOCIONES

Expresar nuestras emociones puede convertirse en un verdadero reto debido a las presiones y prejuicios sociales a los que estamos acostumbrados, como el dar importancia a lo que otros dicen o continuar la historia de los prejuicios como el famoso “los hombres lloran”.

En este artículo aprenderás cuál es la importancia de poder expresar tus emociones, los beneficios que hacerlo trae a tu vida, así como las consecuencias negativas que genera el reprimirlas.

Las emociones nos permiten experimentar el mundo, podemos percibirlas como agradables o desagradables, adaptativas o desadaptativas según la situación, la intensidad y el cómo nos afectan. Cada emoción nos prepara para una respuesta diferente y única, facilitando la adaptación al entorno y cada persona experimenta sus emociones de forma diferente y única, en esto influyen la genética, las experiencias vividas y lo que de ellas hemos aprendido, la situación específica y el momento de nuestra vida en que ocurre.

Nuestras emociones son un reflejo de nuestro mundo interno y cómo interpretamos el exterior desde el interior. Al ser únicas de cada persona, son subjetivas y es por ello que no debemos juzgarlas o invalidarlas.

Para poder expresar nuestras emociones de manera adecuada son importantes algunos aspectos:

  • Inteligencia emocional.
  • Empatía
  • Asertividad

La Inteligencia Emocional ayuda a mejorar todos los aspectos de la vida y se componte de 

  • Autoconciencia. Es el conocimiento de nuestras emociones y fundamental para entender el resto de la inteligencia emocional.
  • Autorregulación. La capacidad de manejar nuestras emociones, es importante en la relación con los demás.
  • Automotivación. Las personas que tienen inteligencia emocional son capaces de motivarse así mismas.
  • Empatía. Quien conoce sus emociones puede entender las de los otros y eso a su vez ayuda a regular nuestro comportamiento con los otros.
  • Habilidades sociales. Es el resultado de todas las anteriores pues ayudan a convivir y adaptarse a otras personas y contextos.
  • Asertividad. Expresar nuestras emociones es una necesidad intrínseca de los seres humanos, sin embargo, no es cuestión solo de dejarlas salir y desbordarse, es necesario aprender a expresarlas y para ello necesitamos de la asertividad, que es la capacidad de expresarnos de manera adecuada, clara, respetuosa y calmada, sin generar conflictos o malos entendidos o conflictos.

Expresar las emociones puede beneficiarnos de múltiples maneras ya que genera en las personas una sensación de libertad pues expresarlas es como quitarnos un peso de encima y por tanto aligera nuestro peso. Vivir con ira, rencores o deseos de venganza puede llegar a enfermarnos de múltiples formas.

Hacer catarsis es una forma de expresar nuestras emociones, esta ayuda a sentirnos liberados pero también genera y favorece una sensación de tranquilidad y bienestar emocional. Además de que al tener esto para ti mismo incrementa el respeto que te tienes, si respetas tus emociones, buscas comprenderlas y gestionarlas en lugar de atender las opiniones de otros. 

Todo lo anterior crea un ambiente de confianza y credibilidad a tu alrededor, por lo que la personas se acercan a ti de manera respetuosa y saludable pues te observan en sintonía contigo mismo, tus deseos y emociones son congruentes con tus palabras y tus acciones, o que te llevan a luchar por tus metas y alcanzarlas. Esto mismo viene de estar también viviendo en el presente, optar por una visión más positiva de la vida y aprender a ser tú mismo, lo cual ayuda a relacionarte mejor también con las personas de tu entorno.

Saber expresar nuestras emociones contribuye a adaptarnos de mejor manera a la vida y sus cambios, favoreciendo de esta manera nuestra capacidad de resiliencia.

De manera contraria, el no expresar nuestras emociones o no hacerlo de manera adecuada, tiene sus consecuencias, que en grandes cantidades de represión y acumulación o hacerlo por lapsos de tiempo muy prolongados lleva a enfermar al cuerpo de manera física:

  • Se ha demostrado que emociones como el miedo, la ansiedad, ira, tristeza, depresión o asco pueden tener consecuencias negativas en el organismo debido a la alta activación fisiológica llegando en casos extremos como abandonar los hábitos establecidos como llevar una dieta equilibrada, programas de ejercicio o salidas con amigos.
  • La somatización de las emociones reprimidas se puede reflejar en forma de dolores de cabeza, dolor y  malestar físico, problemas digestivos como vómitos, diarrea, estreñimiento, reflujo, acidez, dolor y espasmos; rigidez o espasmos musculares, enfermedades cardiovasculares, hepáticas.
  • Ataques de ansiedad. Se observan pulsaciones aceleradas, falta de aire, pensamientos repetitivos o rumiaciones, temor de que algo suceda, temblor en alguna parte del cuerpo, sudoración.
  • Migrañas y cefaleas. Derivadas de la tensión acumulada, afecta los músculos y vasos sanguíneos en el área de la cabeza, generando dolores fuertes en una zona de la cabeza específica o dolor generalizado.
  • Trastornos del sueño. Producto de los pensamientos intrusivos y las múltiples preocupaciones pueden generarse problemas para conciliar el sueño, insomnio, pesadillas, despertar constantemente durante la noche, movimientos involuntarios como brincos o temblores,  bruxismo, etc.
  • Depresión. Personas que reprimen demasiado tiempo de sus emociones a menudo terminan con episodios depresivos pues se estancan en los pensamientos intrusivos y la repetición de algún suceso cuyas emociones no supo manejar y se vuelve una prisión por las posibilidades no efectuadas.

Para favorecer la expresión de nuestras emociones de mejor manera algunas estrategias:

  • Respiración profunda o diafragmática. La respiración adecuada ayuda a centrarnos en las sensaciones de nuestro cuerpo y el flujo del aire al inhalar y exhalar, lo cual ayuda a calmar nuestras emociones y centrarnos en lo que sentimos de mejor forma.
  • Autocuidado emocional. Implica permitirnos sentir nuestras emociones sin juzgarlas o reprimirlas, esto mejora nuestra conciencia de ellas y entender qué las generó.
  • Técnica de Detención del Pensamiento. Implica interrumpir los pensamientos negativos y reemplazarlos con pensamientos positivos; este cambio de perspectiva permite generar emociones que nos ayuden a sentirnos mejor.
  • Mindfulness o atención plena. Esto es prestar atención al momento presente sin ninguna interrupción ni juicio. De esta manera podemos observar nuestras emociones sin asumirlas como propias con lo cual las entendemos pero no reaccionamos ante ellas ni emitimos juicios, solo aprendemos a convivir con ellas.
  • Visualizar el futuro inmediato. Otra técnica que ayuda es visualizar una situación que nos causa temor e imaginarla desarrollándose sin problema alguno, observarla y concientizar de dónde viene el miedo. Favorece aminorar la tensión, el temor y puede ayudar a sentir confianza de sí mismo y seguridad por lo que podría suceder.

Lo mejor de expresar nuestra emociones es que podemos aprender a hacerlo y esto nos da la oportunidad de practicar y mejorar la experiencia cada día. 

Al expresar nuestras emociones de manera adecuada no solo mejoramos el bienestar de nuestra mente, sino nuestra salud en general, física, emocional, mental.

Y recuerda que si tienes dificultades para poder expresar tus emociones, ser empático o asertivo o tienes algún malestar emocional o dudas, puedes contactarnos, en SinDepre queremos ayudarte y acompañarte.

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