El tabaquismo es un problema mundial que inicia generalmente en la juventud, los censos y estudios realizados en 2022 por la CONADIC e investigadores para conocer la prevalencia del tabaquismo en la población mexicana, señala que alrededor de 16.6 millones de adultos mexicanos fuman en la actualidad y cerca de 1 millón de adolescentes; de estos 1.3 millones de adultos y medio millón de adolescentes fuman cigarros electrónicos.
Es importante reconocer que a pesar de las medidas implementadas por el sistema de salud y los medios, la prevención en casa sigue siendo la mejor opción ya que la edad de inicio de consumo ha disminuido con los años, llegando a tener cifras de inicio antes de los 10 años.
Para prevenir, es importante conocer qué es el tabaco, cuáles son sus actuales presentaciones, factores de riesgo para el inicio temprano y qué daños causa a la salud tanto de quiénes fuman, como de las personas alrededor, llamados fumadores pasivos. Compartir esta información con nuestros hijos es importante para ayudarlos a mantener un estilo de vida saludable y evitar caer en adicciones u otros problemas de salud.
Entre los niños y adolescentes el cigarro tradicional puede no llamarles tanto la atención, sin embargo, las presentaciones actuales, no solo resultan atractivas, muchas incluso son confundidas con dulces por los más pequeños y al tener variedad de sabores, favorece su consumo y generar dependencia con más rapidez. Entre ellos se encuentran los cigarrillos electrónicos o vapeadores, minicigarros, las hookah, el tabaco masticable y el rapé (tabaco en polvo para inhalar).
Es importante comenzar a hablar con nuestros hijos del tema desde que comienzan la edad escolar, entre 5 y 6 años y mantenerlos orientados, actualizados y responder sus dudas e inquietudes hasta que sean adultos. La comunicación entre padres e hijos debe ser abierta, confiable, segura, sin inculcarles miedo o la imposición de un regaño o castigo.
Evitar el consumo de tabaco frente a nuestros hijos y otros menores, en reuniones familiares o sociales e incluso dentro de la propia casa cuando algún integrante es consumidor. En estos casos es importante no exponerlos al humo del mismo, además de continuar informando sobre las consecuencias que el consumo le puede generar, incluso si hay familiares que padecen alguna enfermedad o que han fallecido a causa del tabaquismo, es necesario hablarlo con los niños y adolescentes; y solicitar ayuda para dejar de consumirlo en la familia.
El consumo de tabaco y nicotina, genera una mala apariencia en las personas, desde mal olor en la ropa y cabello, mal aliento, manchas en los dientes y las uñas, caries, pérdida de piezas dentales, el tabaco debilita los huesos maxilares. Se reconoce que la nicotina es tan tóxica que desde hace muchos siglos se ha usado como pesticida.
Explicar el costo que implica el consumo del tabaco y sus afectaciones a la economía de la persona, esto genera tensiones dentro de los miembros de la familia. Además el ahorro que puede generar el no consumo del mismo y la inversión de ese dinero en otras cosas más benéficas para la persona como pagar una actividad que le ayude a bajar sus niveles de estrés como practicar yoga o meditación, algún deporte o actividad de su agrado y que a la vez le ayude a reducir los niveles de tensión y estrés. Favorecer buenas amistades y relaciones sociales.
Mantener el diálogo abierto y constante cuando los hijos tienen amigos que ya consumen y prepararlos desde antes para no caer en la curiosidad de hacerlo o por querer pertenecer a un grupo. En estos casos es importante enseñarles límites y cómo decir que “no” para no ceder ante la presión social, sin que esto les genere conflictos. Hay que enseñarles a tomar decisiones responsables, conscientes de las posibles consecuencias, además pensando en lo que es mejor para sí mismo o misma, las relaciones que tienen con las personas a su alrededor y considerando el crecimiento personal y profesional.
Enséñales a expresar sus emociones de forma clara y respetuosa. Utiliza estrategias de asertividad, límites, escucha activa, control de emociones, para que ellos puedan hablar sin reprimirse o atemorizarse o lastimar a alguien más. También a expresar, reconocer y aceptar sus cualidades y habilidades, aceptarse como es.
También es importante desestigmatizar la imagen que nos proporcionan los medios de comunicación.
Lo más importante que debemos hacer como padres es hablar claro sobre las consecuencias que tiene el consumir tabaco aunque sea de manera pasiva, es decir, estando en presencia de personas que fuman, aunque yo no lo haga.
Daños a la salud:
- Dependencia
- Enfermedades cardiovasculares como:
- Cardiopatía coronaria
- Accidentes cerebrovasculares
- Enfermedad Arterial periférica
- Aneurismas aórticos
- Probabilidad de cáncer de:
- Pulmón
- Boca
- Nariz
- Garganta
- Laringe
- Tráquea
- Esógafo
- Esófago
- Estómago
- Riñones y uréter
- Vejiga
- Páncreas
- Cuello uterino
- Médula ósea
- Sangre
- etc
- Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC)
- Otras enfermedades del sistema respiratorio:
- Bronquitis crónica
- Enfisema pulmonar
- Obstrucción de las vías respiratorias
- Hipertensión
- Coágulos en las venas y arterias
- Mayor riesgo de desarrollar Trastornos de Ansiedad y Depresión, Altos niveles de Estrés
- Riesgo de padecer cataratas
- Pérdida importante de los sentidos
- OsteoporosisCaries dentales y deterioro de la dentadura
- En hombres:
- Disfunción eréctil
- Disminución en la producción de espermatozoides
- En mujeres:
- Problemas con la menstruación
- Menopausia temprana con riesgo de osteoporosis
- Infertilidad
- Riesgo de abortos espontáneos
- Cáncer cérvico-uterino
- Mayor riesgo de infarto
- Mayor riesgo de trombosis
- Disminución en la efectividad de los anticonceptivos
- Menor efectividad de productos y tratamientos cosméticos
- En niños limita el crecimiento físico y neuronal.
Comienza con malestares como:
- Tos
- Congestión nasal
- Fatiga
- Disminución del rendimiento físico
- Irritación de las vías respiratorias
- Puede empeorar los síntomas en personas con enfermedades respiratorias crónicas como el asma y las alergias.
- Mayor susceptibilidad a padecer infecciones respiratorias como neumonía, pulmonía y resfriados.
- Pérdida del cabello
- Manchas en la lengua y dientes
- Problemas digestivos
- Pérdida de peso.
Una realidad es que aunque se decida no consumir tabaco, si permanecemos en constante contacto con personas fumadoras, nos volvemos fumadores pasivos, y esto implica estar expuestos a la misma cantidad de contaminantes que tiene el tabaco (7 mil aproximadamente, más de 50 son cancerígenas, todas tóxicas), pero inhalar humo de segunda y tercera mano; es decir:
- El humo de primera mano es el inhalado por la persona que fuma, las sustancias inhaladas por la boca, llegan a pulmones y rápidamente pasan de los pulmones a la sangre y de ahí corre por las arterias contaminando todos los tejidos del cuerpo.
- El humo de segunda mano es el que exhala la persona que fuma y el que se desprende del cigarro encendido; este es nocivo porque no es filtrado por el cigarro ni por los pulmones de la persona que fuma, por lo que es aún más tóxico y dañino para la salud del fumador pasivo.
- Humo de tercera mano refiere toda la contaminación que queda impregnada en los espacios cerrados como la casa, oficina, salón o automóvil; el que se impregna en el cabello, la ropa y piel, en las alfombras, cortinas, muebles y juguetes. Este se mezcla con los contaminantes del ambiente, generando nuevos compuestos que permanecen en las superficies durante muchos, muchos años.
Existen 3 tipos de prevención:
- Prevención primaria. Antes de fumar
- Secundaria. Principios de consumo
- Terciaria. Reducir daño causado en quienes ya son fumadores
Recuerda que siempre que tengas dudas puedes acercarte a SinDepre, donde tenemos especialistas listos y dispuestos a ayudarte y a los que más quieres contra cualquier tipo de adicción, prevención o situación. Contáctanos a través de nuestros números y correo de contacto o mediante nuestras redes sociales.
