Generalmente cuando una persona llega a consulta por temas de obesidad se debe al intento de múltiples tratamientos que no han tenido aún efectos positivos para sus vidas o su salud, además de los estragos físicos o emocionales que estos han generado. La obesidad es diferente para cada persona, varían en amplia variedad de factores, desde los hábitos hasta la genética, sin embargo, suele ser una la conclusión, la obesidad es una forma de lidiar con la angustia para la persona que lo vive.
La obesidad surge de una conducta desmedida de comer, una compulsión obsesiva que difícilmente puede detenerse pues la persona no se siente capaz de parar o frenar ese impulso por ingerir alimentos, aunque eso genera un ciclo de bola de nieve ya que la ingesta descontrolada suele generar sentimientos de culpa, que a su vez los lleva a comer más y así sucesivamente, generando una condición de dependencia, como en cualquier adicción. Este ciclo genera a su vez, otro ciclo en el que la persona se castiga sometiéndose a tratamientos excesivos que ponen en riesgo su salud, su estabilidad emocional, así como la alta expectativa, y posterior a ver un liero resultado pueden llegar a sentir la necesidad de darse o recibir una recompensa que se genera a través de nuevas ingestas excesivas de alimentos, que dan origen a un nuevo giro en este ciclo.
Algunos estudiosos han debatido sobre las diferencias entre el hambre fisiológica y el hambre emocional donde una se entiende como la búsqueda de la ingesta de alimento para la sobrevivencia y la segunda como medio para sobrellevar o llenar una necesidad emocional. Así mismo se ha estudiado la relación de la soledad con la obesidad, puesto que las personas pueden llegar a comenzar con los atracones por las malas relaciones o formas de relacionarse con el exterior, sin embargo, la obesidad los lleva después a no querer interactuar con el mundo debido a la vergüenza que muchos pueden experimentar, lo que a la vez, los hace encerrarse nuevamente en este ciclo de compulsión como sucedió en el inicio.
Todos estos factores dan pies a múltiples y a la vez uno solo ciclo que se retroalimenta en cada paso del proceso, llevando a las personas que sufren de obesidad a sentirse frustradas, enojadas consigo mismas, pero también a castigarse y lastimarse al no encontrar mejores formas de lidiar con sus problemas, miedos o angustias. Si tú vives con obesidad o conoces a alguien que lo padezca, acércate y hazle sentir tu compañía, no están solos y no tienen por qué sentirse mal, hay una cura para esto y en SinDepre queremos ayudarte ya que contamos con psicólogos calificados para apoyarte y acompañarte, así como médicos especialistas que darán seguimiento a tus procesos