
El síndrome premenstrual (SPM) es un conjunto de síntomas físicos, emocionales y conductuales que afectan a muchas mujeres en los días previos a la menstruación. Aunque su intensidad varía de una persona a otra, puede impactar significativamente la vida diaria y el bienestar.
Causas y factores asociados
El SPM está relacionado con los cambios hormonales que ocurren en la fase lútea del ciclo menstrual. Se cree que la fluctuación de estrógenos y progesterona afecta los niveles de neurotransmisores como la serotonina, lo que podría explicar algunos de los síntomas emocionales y psicológicos.
Síntomas comunes
Los síntomas del SPM pueden dividirse en tres categorías principales:
Físicos:
- Sensibilidad en los senos
- Hinchazón y retención de líquidos
- Fatiga y falta de energía
- Dolores de cabeza o musculares

Emocionales y psicológicos:
- Cambios de humor
- Irritabilidad
- Ansiedad o depresión leve
- Problemas para concentrarse

Conductuales:
- Cambios en el apetito
- Alteraciones del sueño
- Reducción del interés en actividades cotidianas

En algunos casos, los síntomas pueden ser tan severos que interfieren con la rutina diaria. Cuando esto sucede, se podría estar ante un trastorno disfórico premenstrual (TDPM), una forma más grave del SPM que requiere atención médica.
Opciones de manejo y tratamiento
No hay un tratamiento único para el SPM, pero existen varias estrategias que pueden ayudar a reducir sus efectos:
- Alimentación balanceada: Evitar el exceso de sal, cafeína y azúcares refinados puede minimizar la hinchazón y la irritabilidad.
- Ejercicio regular: La actividad física libera endorfinas, lo que puede mejorar el estado de ánimo y reducir la fatiga.
- Técnicas de manejo del estrés: La meditación, la respiración profunda y el yoga pueden ser útiles.
- Medicación: En casos más severos, los médicos pueden recomendar anticonceptivos hormonales, antidepresivos o diuréticos para aliviar los síntomas.

“La meditación, la respiración profunda y el yoga pueden ser útiles.”